Al parecer, la vida está construida de tal forma que nadie puede llenarla solo.
A las flores, no les basta con tener pistilos y estambres,
y un insecto o la brisa deben introducir el pistilo en el estambre.
La vida es contiene su propio vacío,
que sólo otro puede llenar.
Al parecer el mundo es la suma de esos otros,
y sin embargo no sabemos, ni nos dicen,
que nos complementamos mutuamente.
Vivimos de forma desperdigada ignorándonos unos a otros.
A veces nos permitimos encontrar desagradable la presencia del otro.
¿Por qué está construido el mundo de un modo tan... desordenado?
Un tábano, bañado de luz se acerca volando a una pequeña flor.
Yo también he podido ser, sin saberlo, el tábano de alguien.
Quizá tú también has sido alguna vez, mi brisa...